El turismo en México aportó 274,400 millones de dólares a la economía en 2024, según el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC). Para 2025, la organización proyecta un crecimiento de 2.4%, lo que elevará la derrama a 281,000 millones.
Aunque la cifra confirma la fortaleza del sector, no será suficiente para mantener el séptimo lugar mundial. España crecerá 4.7% y alcanzará 283,000 millones, superando por primera vez a México en esta clasificación.
Estados Unidos seguirá en la cima con un impacto de 2.5 billones de dólares. China alcanzará 1.9 billones y mostrará el repunte más fuerte, con 15.8% de incremento. Alemania, Reino Unido y Japón mantendrán su posición en los primeros cinco lugares, asegurando el bloque de economías líderes en la actividad turística.
México: potencia en turismo doméstico, rezago en el internacional
La gran fortaleza mexicana está en su mercado interno. En 2024, los visitantes nacionales generaron 206,000 millones de dólares, cifra que ubica al país en el quinto lugar mundial en gasto doméstico. Solo lo superan potencias como Estados Unidos, China, Alemania y Reino Unido.
El contraste surge en el turismo internacional. México ocupa el lugar 14 a nivel global, con una derrama de 35,600 millones de dólares en 2024, que aumentará a 39,600 millones en 2025. Aunque se trata de un crecimiento, la brecha con otras naciones refleja la dependencia del país hacia sus viajeros nacionales y la necesidad de atraer más turistas extranjeros para equilibrar los ingresos.

Generación de empleos y retos hacia el futuro
El turismo mexicano sostiene 7.7 millones de empleos, lo que lo coloca en el octavo lugar mundial. A nivel global, la industria genera 356 millones de puestos, equivalentes al 10.6% de todos los trabajos. China lidera con 82 millones de trabajadores vinculados al turismo.
El WTTC proyecta que, en la próxima década, una de cada tres nuevas plazas laborales estará vinculada a esta industria. Gloria Guevara Manzo, directora interina del organismo, destacó que el turismo es de las pocas actividades que no perderán empleos con el avance de la inteligencia artificial, lo que refuerza su papel como motor económico estable.