La Secretaría de Salud Pública de la CDMX (Sedesa) confirmó, el 4 de diciembre de 2025, cinco nuevos casos de sarampión en la capital, activando de inmediato un protocolo de alerta epidemiológica.
Este rebrote ocurre en un contexto nacional donde los casos confirmados de sarampión en 2025 superan los 5 mil, según datos oficiales. La reaparición del virus en la CDMX, tras un periodo de control, impulsó a las autoridades a fortalecer las acciones de vacunación dentro de la entidad.
Medidas de contención y vacunación
Ante la confirmación de los casos, la Sedesa activó un protocolo que incluye vigilancia epidemiológica reforzada, búsqueda de contactos y el despliegue de brigadas en espacios de alta afluencia de la CDMX. La medida central es una campaña intensiva de vacunación contra el sarampión, ampliando los puntos fijos en las alcaldías afectadas y coordinando acciones con instituciones como el IMSS y el ISSSTE.
La autoridad hace un llamado urgente a la población de 12 meses a 49 años para que acuda a completar su esquema de vacunación. La vacuna, disponible de forma gratuita en centros de salud, es la herramienta más eficaz para cortar la transmisión.
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Como acción adicional, la Sedesa estableció una colaboración estrecha con el gobierno mexiquense, debido a la cercanía geográfica con la CDMX y la movilidad constante de población entre ambas entidades.
Esta coordinación busca extender la red de vigilancia y vacunación más allá de los límites de la capital, para crear un cerco sanitario efectivo y evitar que los contagios de sarampión se dispersen a municipios colindantes.
¿Qué hace el sarampión?
El sarampión es una enfermedad viral con altas probabilidades de contagio; una persona enferma puede contagiar hasta a 18 no vacunadas. Se transmite por vía respiratoria, al toser o estornudar, y sus síntomas incluyen fiebre alta, erupción cutánea, tos y conjuntivitis.
La enfermedad no es benigna y puede derivar en complicaciones graves como:
- Neumonía
- Encefalitis (inflamación del cerebro)
- Incluso la muerte,
Los niños pequeños o personas con defensas bajas son vulnerables al desarrollo del virus. Por lo tanto es necesario que las personas se vacunen con dos dosis:
- La primera se realiza en el primer año de edad.
- La segunda a los 18 meses o 6 años, según el esquema.
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Los nuevos casos en la CDMX demuestran que el sarampión, una enfermedad prevenible, resurge cuando baja la inmunidad colectiva. La respuesta efectiva depende de las acciones sanitarias y, crucialmente, de que la población acuda a vacunarse. Protegerse con la vacuna es un acto que cuida la salud individual y la de toda la comunidad.
