A partir del 1 de octubre entra en vigor el Monto Transaccional del Usuario (MTU), una medida obligatoria que permitirá limitar las transferencias bancarias realizadas por internet y aplicaciones móviles. Esta herramienta busca reducir los fraudes digitales y ofrecer mayor control al usuario sobre los movimientos de su dinero. Las instituciones financieras ya preparan sus plataformas para que los clientes configuren sus límites antes de la fecha señalada.

Qué es el MTU y cómo funcionará
El MTU es un mecanismo que permite establecer montos máximos para transferencias a cuentas de terceros. Cada usuario puede fijar un tope por operación y, según el banco, también por día, semana o mes. La medida aplica para transferencias electrónicas, pagos SPEI, CoDi y Dimo, pero no afecta operaciones en ventanilla ni pagos con tarjetas físicas. Las cuentas Nivel 1, que reciben hasta 750 Udis mensuales, están exentas de esta regulación. En caso de superar el límite, el banco pedirá un factor de autenticación adicional para completar la operación. David Herrerías, director de Prevención de Fraudes en HSBC México, recomienda establecer topes bajos, incluso de cero, para mayor seguridad y modificarlos según sea necesario.
Fechas clave y medidas de seguridad
Del 1 al 30 de septiembre, los bancos deben ofrecer la opción de configurar el MTU. Si el usuario no lo hace, el límite se fijará automáticamente en 1,500 Udis, equivalentes a aproximadamente 12,800 pesos. A partir del 1 de enero de 2026, contar con el MTU configurado será obligatorio y, de no hacerlo, la institución asignará un límite basado en el historial de transacciones. Los cambios pueden realizarse de forma gratuita y requieren al menos dos factores de autenticación, con confirmación a través de mensajería cifrada, llamada telefónica o correo electrónico.
La implementación del MTU responde al aumento de fraudes en México, que en 2024 afectaron a 7,574 personas por cada 100 mil habitantes, superando robos, extorsión y amenazas. Esta medida busca ofrecer mayor seguridad y control sobre las operaciones digitales, protegiendo el patrimonio de los usuarios y reduciendo riesgos asociados al uso de la banca electrónica.