Cada día se cometen más de 370 intentos de fraude digital en el mundo, de acuerdo con reportes de empresas de ciberseguridad. Se trata de una cifra que refleja el acelerado crecimiento de las amenazas cibernéticas.
Los especialistas indican que en medio de este panorama hay una necesidad urgente de fortalecer los mecanismos de seguridad en el sector financiero. IQSEC, con base en datos de Gartner y el Panorama de Amenazas de Kaspersky, indicó que los ciberataques ya no solo buscan robar contraseñas, sino manipular identidades digitales completas.
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De acuerdo con los reportes, los fraudes más comunes incluyen suplantación de identidad, ingeniería social, phishing y deepfakes. Indicaron que todos estos mecanismos potenciados por herramientas de inteligencia artificial que permiten falsificar rostros, voces y documentos con gran precisión.
Inteligencia artificial incrementa los intentos de fraude digital
Sergio Martínez, director de Investigación y Desarrollo de IQSEC, señaló que estas técnicas “están automatizando los ataques y permitiendo a los delincuentes vulnerar sistemas de verificación en cuestión de segundos”.
En América Latina, la situación es especialmente crítica. Según Kaspersky, la región enfrenta más de cinco mil bloqueos diarios de intentos de fraude financiero. En México, entre agosto de 2024 y junio de 2025 se registraron más de 111 mil ataques cibernéticos bloqueados, muchos dirigidos al robo de credenciales bancarias y datos personales.
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El Gartner CIO and Technology Executive Survey 2025 revela que el 62% de los bancos ya considera la ciberseguridad como su principal prioridad este año. Ante ello, los especialistas recomiendan adoptar tecnologías de baja codificación, hiperautomatización y sistemas avanzados de verificación biométrica y passkeys, que sustituyen las contraseñas tradicionales por claves más seguras.
Martínez destacó que la protección de la identidad digital será “una necesidad crítica” para el futuro de la seguridad financiera.
Insistió en que las instituciones bancarias deben invertir en mecanismos de validación continua, así como en credenciales verificables. Esto con el fin de blindar las transacciones, garantizar la privacidad del usuario y frenar el crecimiento del fraude financiero.
